El
imperio
“Inglaterra tenía ambiciones coloniales que únicamente
podían realizarse por la guerra con Francia.” (Rudé,
1964, p.1964)
El principal objetivo del imperio Francés, era la
expansión de su territorio; alcanzar y luego rebasar sus fronteras. Sin
embargo, existía un gran problema, tanto Francia como Inglaterra deseaban tener
el poder. Para este momento, Inglaterra era una potencia mundial, lo que le
permite tener grandes beneficios y ventajas sobre Francia. Por ende, Napoleón
debía ; tomó represalias aprisionando a los ingleses que se hallaban en
Francia. La situación arrebatar el
dominio del mundo a Inglaterra en Francia aparentaba estar bien, desde el
ámbito económico (había aumentado el capital del Banco) como el político, ya
que creían tener a los Ingleses bajo control. Asimismo, hubo muchas personas
con cargos políticos y religiosos, que emigraron de Francia debido a la
imposibilidad de seguir ejerciendo sus cargos.
De la misma forma, Inglaterra no se quedó de brazos
cruzados; esta, junto con los emigrados de Francia inició un proceso en contra
de Napoleón y su imperio. El poder imperial y hereditario fue conferido a
Napoleón, beneficiando sobremanera a este porque así el poder se mantendría en
su generación, lo que permite la continuación de sus ideales. Como consecuencia
de esto, Inglaterra tenía planes de atentar contra Napoleón; muerto Bonaparte
se acaba el régimen. Según Lefebvre (1950, p.205) Cadoudal, uno de los
emigrados, se dirigió a Paris para secuestrar a Napoleón y reprimirlo. El oeste
se agitó de nuevo. A pesar del aparente
“buen plan” de Inglaterra, Bonaparte fue informado de la intención de los
ingleses, Cadoudal y otros siete fueron guillotinados: el terror había vuelto.
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